En todas las culturas los “viejos de la tribu” son los encargados de transmitir a los más jóvenes los conocimientos y las reglas de esa sociedad. Nosotras ya estamos en esa posición para transmitir a nuestros hijos y nietos nuestra sabiduría. Es por eso que fue muy interesante conocer qué nos conmovió de nuestros mayores y cuáles son los valores qué cada una aprendió de ellos.
No voy a transcribir los 17 relatos. Fueron muy íntimos y muy intensos. Lo único que diré es que abuelos, abuelas, madres y padres mayores, tías de 20 años pero con la sabiduría y la fortaleza de mujeres maduras, una vecina adorada, una abuela postiza, nos transmitieron el valor de los afectos, la importancia de creer en uno mismo, en la fuerza de la libertad, el trabajo y la perseverancia.
Conociendo a este grupo de mujeres increíbles, estoy convencida de que nuestros hijos y nietos van a hablar mucho de nosotras. ¡Les aseguro que no vamos a pasar desapercibidas!