En nuestra reunión del lunes pasado retomamos el tema “Asignaturas Pendientes” y, si bien nos referimos a aquellas actividades que no pudimos llevar a cabo años atrás, algunas de nosotras señalaron la existencia de “conversaciones pendientes”.
¿Qué son?
Son charlas que quedaron en el tintero, cosas no dichas a ciertas personas en algún momento de nuestras vidas
¿Por qué quedaron en el tintero?
Por falta de tiempo, por falta de confianza, por miedo, etc., etc.
¿Se puede revertir esta situación?
A veces sí, pero a veces no. No se puede cuando el tiempo pasa y una de las dos personas no está más.
Trabajamos lo doloroso que resulta la muerte de un ser amado con el que no pudimos hablar, al que no le pudimos decir que lo queríamos, o incluso que, por algunas circunstancias de la vida, le teníamos rabia.
Con respecto a las “Asignaturas pendientes”, una por una y en ronda (parece mentira, pero fuimos súper ordenadas) cada una le contó a las demás cuáles eran sus asignaturas pendientes y en qué fase del proyecto estaba. De un modo menos ordenado (por supuesto) todas opinamos y aconsejamos.
Solo una de nosotras dijo que no sentía que algo le quedara pendiente, nos dijo con alegría que ella había logrado en la vida las metas que se había propuesto. Dijo que siempre se planteó proyectos sencillos, prácticos y posibles. Por eso pudo cumplirlos. Habrá que seguir el ejemplo.
¿Qué son?
Son charlas que quedaron en el tintero, cosas no dichas a ciertas personas en algún momento de nuestras vidas
¿Por qué quedaron en el tintero?
Por falta de tiempo, por falta de confianza, por miedo, etc., etc.
¿Se puede revertir esta situación?
A veces sí, pero a veces no. No se puede cuando el tiempo pasa y una de las dos personas no está más.
Trabajamos lo doloroso que resulta la muerte de un ser amado con el que no pudimos hablar, al que no le pudimos decir que lo queríamos, o incluso que, por algunas circunstancias de la vida, le teníamos rabia.
Con respecto a las “Asignaturas pendientes”, una por una y en ronda (parece mentira, pero fuimos súper ordenadas) cada una le contó a las demás cuáles eran sus asignaturas pendientes y en qué fase del proyecto estaba. De un modo menos ordenado (por supuesto) todas opinamos y aconsejamos.
Solo una de nosotras dijo que no sentía que algo le quedara pendiente, nos dijo con alegría que ella había logrado en la vida las metas que se había propuesto. Dijo que siempre se planteó proyectos sencillos, prácticos y posibles. Por eso pudo cumplirlos. Habrá que seguir el ejemplo.
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