En psicología hablamos de bulimia (hambre de buey) para nombrar la conducta por la cual una persona come sin poder parar. No tiene sensación de saciedad.
En el grupo nos preguntamos por qué una persona se tiene que llenar tanto… ¿Se sentirá vacía? ¿Vacía de qué? Puede ser de afecto, de proyectos, de subjetividad, de sensaciones.
Es evidente que como el vacío no es de comida, esta persona seguirá comiendo porque nunca saciará “su hambre”.
La persona que come sin freno se está dañando y lo sabe. Pero no puede parar.
En el grupo surgieron varias respuestas a la pregunta “¿por qué come desenfrenadamente una persona? Estas fueron:
-muchas personas comen cuando están angustiadas porque comer produce satisfacción, pero ¿después qué?
-comen porque están deprimidos
-algunos tapan otras cosas
-se tiene una sensación de plenitud frente a la frustración
-la gordura para algunos es sinónimo de riqueza y para otros sinónimo de salud y bienestar.
Conversamos sobre los trastornos de la alimentación en la adolescencia. Comer mucho (en la obesidad) o no comer (en la anorexia) son dos modos de borrar el nuevo cuerpo adulto y atractivo (y por lo tanto conflictivo) del joven o de la joven.
Si bien hay ciertas patologías genéticas en las que no existe sensación de saciedad y el sujeto engorda porque come desenfrenadamente, en la mayoría de los casos, las causas de este modo de comer son psicológicas. Y, como hemos hablado tantas veces, la familia juega un papel fundamental.